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Hacer tu propio jabón natural puede tener muchas ventajas, especialmente si tu piel es sensible a ciertos químicos o eres propenso a las reacciones alérgicas. Cuando haces tu propio jabón puedes controlar los ingredientes que le pones y sabes el efecto que tendrán en tu piel. La receta que te propongo en esta ocasión incluye lavanda, un ingrediente ideal para lograr ese efecto relajante que quieres después de tomar un baño.

Jabón de lavanda

Ingredientes

• 2 cucharadas de flores de lavanda frescas y picadas (se puede sustituir por aceite esencial de lavanda)
• 2 cucharadas de glicerina caliente
• 12 cucharadas de jabón de Castilla rallado (jabón de aceite de oliva)
• 1 cucharada de miel clara

Coloca las flores de lavanda picadas en la glicerina caliente y deja en remojo en un lugar cálido durante 2 horas. Esto permitirá que las flores se suavicen y la glicerina adquiera su aroma y las propiedades curativas. Coloca un recipiente con agua al fuego y coloca dentro de él un cazo para derretir el jabón rallado. Cuando se haya derretido, retira del fuego y añádele la mezcla de glicerina con las flores de lavanda. A continuación agrégale la miel. Engrasa el molde que decidas utilizar para darle forma y vierte la mezcla. Deja que el jabón se endurezca bien antes de retirarlo del molde. Si quieres regalarle este jabón a otra persona, puedes decorarlo con una cinta alrededor y un ramillete de flores de lavanda.

Y ya que estamos hablando de hacer nuestros propios jabones caseros, te explico cómo puedes preparar un jabón antiséptico. Este jabón es maravilloso para lavar las manos y el cuerpo en general, ya que contiene aceite esencial de árbol del té y de tomillo. Ambos aceites poseen excelentes propiedades anti bacterianas y antifúngicas. Se pueden utilizar para tratar o prevenir infecciones micóticas como el pie de atleta y la tiña corporal.

Receta casera para hacer un jabón antiséptico

• 300 g de jabón de aceite de oliva (jabón de Castilla)
• 500 ml de agua
• 5 cucharadas de aceite de almendras (o de oliva/ jojoba/o aguacate)
• 2 cucharaditas de aceite esencial de árbol de té
• 30 gotas de aceite esencial de tomillo
• 4 cucharadas de flores secas de caléndula

Vierte el jabón de Castilla en un recipiente de vidrio y agrégale el agua. Coloca este recipiente dentro de una olla de agua hirviendo (baño María) y agita hasta que el jabón se derrita. Añade el aceite de almendras, los dos aceites esenciales, las flores secas de caléndula y mezcla muy bien. Vierte la mezcla en un molde de jabón y deja enfriar hasta que se ponga duro. Luego envuelve el jabón en papel de hornear y deja secar en un lugar fresco. Si lo quieres usar para aliviar alguna condición de la piel puedes lavar las zonas afectadas con este jabón una o dos veces al día.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 27, 2019.