En la actualidad, la cirugía por fractura de cadera representa una gran parte de la carga de trabajo cirujano ortopédico. Estas fracturas tienen varias complicaciones, algunas de carácter médico, y otros relacionados con el tratamiento quirúrgico.
Una fractura de cadera puede disminuir la futura independencia y en algunos casos, incluso acortar la vida del paciente. Aproximadamente la mitad de las personas que tienen una fractura de cadera no son capaces de recuperar su capacidad de vivir independientemente.
Aunque se ha reportado que la mayoría de los pacientes no tienen problemas médicos después de la reparación de la fractura de cadera, las complicaciones postoperatorias de este procedimiento son todavía relevantes.
Estadísticamente, alrededor del 20% de los pacientes pueden verse afectados. Entre las complicaciones más comunes de una fractura de cadera se pueden señalar:
- Alteraciones cognitivas y neurológicas.
- Afecciones cardiopulmonares (solas o combinadas).
- Tromboembolismo venoso.
- Sangrado del tracto gastrointestinal.
- Complicaciones del tracto urinario.
- Anemia perioperatoria.
- Trastornos electrolíticos y metabólicos.
- Coágulos sanguíneos en las piernas o en los pulmones.
- Úlceras por presión.
Las complicaciones derivadas de la cirugía de fractura de cadera son bastante comunes, y varían dependiendo de si la fractura es intracapsular o extracapsular. Los principales problemas en las fracturas intracapsulares son biológicos: la vascularización de la cabeza femoral y la falta de los principales contribuyentes en el cuello femoral. En las fracturas extracapsulares, por el contrario, el problema es mecánico, y se relaciona con el soporte de carga. En ambos casos, la aparición de estas complicaciones afecta el pronóstico de recuperación del paciente.
Además, las personas que han tenido una fractura de cadera, presentan una importante pérdida de masa muscular y tienen un mayor riesgo de debilitamiento de los huesos, lo que implica un riesgo significativamente mayor de sufrir nuevas caídas y lesiones.
Las siguientes, son recomendaciones básicas para evitar complicaciones de fractura de caderas:
- Fijación quirúrgica precoz.
- Profilaxis anti-tromboembólicos y anti-infecciosos.
- Buen control del dolor en el perioperatorio.
- Detección y tratamiento del delirio u otras señales de alteraciones neurológicas.
- Correcta gestión de las vías urinarias.
- Prevención de la desnutrición.
- Administración de suplementos de vitamina D.
- Tratamiento de la osteoporosis.
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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: diciembre 22, 2017.