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La dieta y la nutrición en la enfermedad de Crohn

¿Por qué obtener una buena nutrición es tal desafío para las personas con la enfermedad de Crohn?

Todos sabemos que mantener una buena nutrición es esencial para gozar de buena salud. Sin embargo la buena nutrición es aún más importante para las personas cuya salud se ve comprometida por una enfermedad crónica. Especialmente cuando se tiene la enfermedad de Crohn, mantener la nutrición adecuada puede ser un verdadero desafío.

Existen varios factores que contribuyen a los problemas nutricionales en las personas con enfermedad de Crohn. Por ejemplo cuando el intestino delgado está inflamado, no es capaz de realizar su función principal, que es la absorción de nutrientes a partir de los alimentos. El grado de este deterioro, llamado malabsorción, depende de la extensión de la inflamación y el daño en el intestino.

Para empeorar las cosas, la inflamación intestinal y el dolor reducen el apetito, por lo que probablemente la persona no come lo suficiente para satisfacer sus necesidades nutricionales. La diarrea agota más nutrientes importantes y como si fuera poco, en la enfermedad de Crohn se requieren más calorías y nutrientes que en personas sanas. El problema nutricional más común en estos pacientes es precisamente la ingesta insuficiente de calorías.

El cuerpo humano necesita proteínas, grasas, calorías, vitaminas y minerales para crecer, construir nuevas células y tejidos, así como llevar a cabo sus múltiples funciones. La mayoría de estos nutrientes están contenidos en los alimentos que comemos. Para asegurarnos de que obtenemos todos los nutrientes que necesitamos, es recomendable comer una dieta balanceada que incluya los cuatro grupos de alimentos: carnes y otras proteínas, productos lácteos, frutas y verduras, cereales y granos.

Cuando comemos, los alimentos se descomponen en el estómago y los intestinos. Los nutrientes son absorbidos a través de la pared del intestino delgado y los residuos se eliminan en forma de heces cuando tenemos un movimiento intestinal. En las personas con la enfermedad de Crohn este proceso se ve muy afectado y puede provocar serias deficiencias nutricionales.

Las deficiencias nutricionales siempre son un problema, pero son más graves en los niños y adolescentes que todavía están en desarrollo. El crecimiento puede verse atrofiado de forma permanente y el desarrollo sexual (pubertad) puede retrasarse. Del mismo modo, las niñas y mujeres pueden desarrollar desequilibrios hormonales y dejar de menstruar.

Las deficiencias nutricionales también pueden impedir que los medicamentos funcionen correctamente y de manera general pueden conducir a una mala salud. Pueden causar malestar, debilidad, cansancio, depresión, vulnerabilidad antes las infecciones y enfermedades.

¿Mi dieta es la causa de la enfermedad de Crohn?

No hay evidencia de que la dieta sea una causa para la inflamación o la enfermedad de Crohn. No importa lo que haya comido en el pasado, probablemente no tenga nada que ver con su condición actual. Sin embargo, una vez que se tiene la enfermedad de Crohn, es posible que ya no puedas o debas comer ciertos alimentos porque empeoren o desencadenen los peores síntomas.

He tenido alergias alimentarias durante muchos años y ahora tengo la enfermedad de Crohn. ¿Existe alguna conexión?

No hay ninguna evidencia que vincule a las alergias alimentarias con la enfermedad de Crohn. Los expertos opinan que muchas personas creen tener alergias cuando en realidad pueden estar experimentando los primeros síntomas de la enfermedad de Crohn, de la colitis ulcerosa o de enfermedades digestivas similares.

¿Tendré que cambiar mi dieta?

No hay una dieta específica que se recomiende para todas las personas con la enfermedad de Crohn. Sin embargo, muchos pacientes han logrado reducir los síntomas cambiando sus hábitos alimenticios o evitando ciertos alimentos.

Los alimentos que suelen causar problemas son la leche y otros productos lácteos, los alimentos picantes, grasos o fritos y los alimentos ricos en fibra. Los alimentos tales como frutas y verduras crudas, los frutos secos, las semillas y las palomitas de maíz también pueden empeorar los síntomas. Las personas suelen aprender qué alimentos pueden o no pueden tolerar, es un proceso de ensayo y error.

Hay muchos alimentos sabrosos que proporcionan una buena alimentación y no irritan el tracto digestivo. Por ejemplo si puedes tolerar los productos lácteos, helados o batidos de helado y yogur, entonces tienes una buena opción.

Sin embargo, una dieta constante de alto contenido en grasas y alimentos salados, puede ser perjudicial no solo para los síntomas de la enfermedad de Crohn, también puede provocar otros problemas como enfermedades del corazón o presión arterial alta. Evita el consumo regular de comida chatarra, considéralo  como un regalo ocasional si no agravan tus síntomas.

¿Por qué mi médico dice que puedo necesitar una dieta especial?

Algunas personas con la enfermedad de Crohn simplemente son incapaces de satisfacer sus necesidades nutricionales a través de los alimentos que consumen. Otras no pueden comer alimentos sólidos durante un brote severo o después de una cirugía en sus intestinos y en el caso de los niños en crecimiento, se necesita un apoyo nutricional adicional. Cada uno de estos grupos puede beneficiarse de una dieta especial. Las dos dietas especiales más utilizadas son las dietas elementales y la nutrición parenteral total. En ciertos casos estas dietas son medidas temporales, pero otros deben mantenerlas para el resto de su vida.

¿Qué es una dieta elemental?

Las dietas elementales son dietas líquidas que contienen todos los nutrientes que el cuerpo necesita. Los nutrientes por lo general están en forma digerida así que no ponen estrés en el sistema digestivo. Estas dietas suministran todas las necesidades nutricionales al mismo tiempo que dan un descanso al sistema digestivo afectado.

¿Qué es la nutrición parenteral total?

La nutrición parenteral total es otra manera de suministrar todas las necesidades nutricionales. Los nutrientes se colocan directamente en el torrente sanguíneo a través de una vena. Esta alimentación intravenosa generalmente se reserva para las personas que son incapaces de digerir los alimentos o están gravemente desnutridas. Los pacientes con inflamación severa que no responden a los medicamentos o que tienen complicaciones de la enfermedad también pueden recibir esta variante.

¿Debo tomar vitaminas?

Su necesidad de vitaminas y suplementos minerales depende de varios factores, por ejemplo de la dieta y de si ha tenido una cirugía en el intestino delgado. Las deficiencias de vitaminas más comunes se refieren a las vitaminas D y B-12, y las deficiencias de minerales más comunes incluyen al hierro, calcio, potasio y magnesio. Cuando se está tomando un inmunosupresor como la azatioprina (Azasan, Imuran), es preciso tomar ácido fólico, ya que reduce la absorción del mismo. Siempre se debe hablar con el médico antes de tomar cualquier suplemento.

¿Los medicamentos afectan mi nutrición?

Algunos medicamentos para tratar la enfermedad de Crohn, como la sulfasalazina (Azulfidine, Azulfidine EN-tabs, Sulfazine), pueden interferir con la absorción de los nutrientes. Pregúntele a su médico si los medicamentos indicados pueden tener un efecto similar.

¿Puedo seguir bebiendo alcohol con la enfermedad de Crohn? ¿Qué pasa con otras bebidas?

Beber alcohol es un hábito no recomendado para la mayoría de las personas con enfermedad de Crohn. El alcohol puede irritar el revestimiento de la pared intestinal y puede causar o empeorar los síntomas de vómitos, diarreas y sangrado. También puede contribuir a la mala absorción, lo que complicaría aún más las deficiencias nutricionales.

Por otra parte, el alcohol interactúa con muchos medicamentos, causando efectos secundarios que pueden ser graves. Altera los ciclos de sueño y puede hacer que te sientas cansado e irritable al día siguiente. Cuando es bien tolerado y no causa ningún tipo de complicaciones, puede ser consumido con mucha moderación.

En relación a otras bebidas, debemos agregar que es preciso tomar al menos 8 vasos de agua u otros líquidos al día. Cuando las diarreas son crónicas pueden conducir a la deshidratación fácilmente. La deshidratación hace sentir débil, cansado, mareado, puede causar dolores de cabeza, dolor abdominal y otros síntomas. Para evitarla se debe tomar muchos líquidos sin alcohol. Evite las bebidas con cafeína y las bebidas gaseosas.

Estos consejos pueden hacerte sentir mejor durante y después de comer:

  • Mantén un diario de alimentos. Anota todo lo que comes y si te causa algún malestar. Diseña tu propia dieta en torno a lo que funciona para ti.
  • Ten siempre en casa los alimentos que te gustan y qué no causan problemas.
  • Come varias comidas pequeñas al día en lugar de pocas comidas abundantes. Esto ayuda a reducir o evitar los síntomas.
  • Come cuando tengas hambre.
  • Toma pequeños bocados de comida y mastícalos por completo.

El médico puede proporcionarte sugerencias y orientación sobre las mejores opciones de dieta. Si sientes que necesitas más ayuda para diseñar una dieta especial, puedes consultar a un nutricionista. Estos profesionales están capacitados para adaptar las dietas a personas con enfermedades específicas.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: noviembre 10, 2018.