La ansiedad es un estado común en el ser humano, toda persona puede experimentar algún incidente de ansiedad a lo largo de su vida. Cuando esta es ocasional representa una experiencia normal a la que el cuerpo reacciona, pero cuando la ansiedad se vuelve frecuente, se puede convertir en un trastorno físico o mental que trae consecuencias a la salud.
El estrés es una respuesta inteligente del cuerpo, puesta en marcha ante una situación de alarma, el cuerpo habitualmente se adapta al estrés, a pesar de ello existen condiciones en las que el estrés agrava el desempeño normal del individuo por lo que frecuentemente una persona con estrés baja de peso. Ver; Remedios naturales para el estrés y la ansiedad.
¿Cómo actúa el estrés?
Todas las personas somos diferentes y como tal reaccionamos también de manera diferente a diversas situaciones d la vida, por ello el estrés ocasiona que algunas personas bajen de peso y otras pueden por el contrario subir.
Pérdida de peso
La ansiedad generada por estrés se origina en el cerebro, ciertas áreas del mismo incrementan su actividad alterando los mensajes al sistema digestivo y estimulando la liberación de hormonas que alteran el apetito y la digestión lo que provoca respuestas físicas que van desde problemas digestivos, malestar abdominal y disminución del apetito. Lo que repercute en la pérdida de peso.
Además se originan comportamientos que influyen en su actividad diaria y en la pérdida de peso. En ocasiones se altera el ritmo de vida y las costumbres alimenticias. Pasando lo siguiente:
- Se salta las comidas.
- Come muy rápido.
- Toma mucho café, bebidas con cafeína o fuma en exceso.
- Sufren de insomnio.
- Se vuelven irritables, molestos por cualquier cosa.
El adelgazamiento por estrés puede conducir a la pérdida de masa muscular y debilidad en el sistema inmunológico.
Ver además; Remedios caseros para aumentar de peso o engordar rápido y saludable.
Aumento de peso
Produce la liberación de cortisol, hormona que provoca la liberación de glucosa a la sangre y al cuerpo no responder efectivamente a la situación, se puede depositar como grasa en el tejido adiposo. Por otro lado las hormonas cerebrales como la dopamina, serotonina y endorfina, están en descontroladas, por lo que se producen antojos por comer azúcar y otros alimentos que dan sensación de bienestar.
El organismo con estrés dirige la sangre a órganos que necesitan mayor volumen de sanguíneo bajando la prioridad del sistema digestivo retrasando la digestión y ocasionando trastornos gástricos.
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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 29, 2018.