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Fractura cerrada

Una fractura cerrada describe una lesión en la que el hueso roto no penetra la piel. Esta es una distinción importante porque cuando un roto fracturado penetra la piel (fractura abierta) se necesita  tratamiento inmediato y a menudo se requiere una operación para limpiar el área afectada. Además, debido al riesgo de infección, son frecuentes los problemas asociados con la curación de las fracturas abiertas.

Las fracturas cerradas también pueden requerir una cirugía como tratamiento, pero no suele ser cirugía de emergencia, es decir, se puede realizar algunos días o semanas después de la lesión. Aunque una fractura cerrada no penetra la piel, puede haber una lesión severa de los tejidos blandos y esto puede afectar las opciones de tratamiento.

Los ejemplos de fracturas cerradas más comunes incluyen:

  • Fractura de muñeca: La fractura de muñeca es el tipo más común que requiere tratamiento médico. A menudo, las fracturas cerradas de muñeca pueden ser tratadas mediante la colocación de un yeso para mantener los huesos en la posición correcta. Las fracturas de muñeca más graves pueden requerir cirugía, incluso cuando la lesión está cerrada. En estos casos, los clavos, placas y tornillos son de uso común para el tratamiento.
  • Fractura de cadera: La fractura de cadera es el tipo más común de fractura cerrada en la población anciana. A pesar de ser una fractura cerrada, las caderas rotas casi siempre requieren tratamiento quirúrgico.
  • Fractura de tobillo: Una fractura de tobillo se produce cuando la articulación del tobillo está tan retorcida que termina lesionando el hueso. En los pacientes más jóvenes esto suele resultar solo en un esguince, pero en las personas mayores a menudo la estructura es lesionada. Dependiendo de la gravedad de la lesión, puede ser necesaria la cirugía.

Algunos de los tratamientos ​​para fracturas cerradas incluyen:

No inmovilización: No todas las fracturas requieren intervención. A veces son lesiones estables que se pueden gestionar sin inmovilización u otra intervención. El uso de un cabestrillo o bota para caminar puede ser suficiente.

Inmovilización con yeso: Los yesos se utilizan para tratar muchos tipos de fracturas porque ayudan a mantener los huesos en la alineación adecuada y favorecen la curación.

Fijación interna: La fijación interna se usa para realinear los huesos rotos y luego mantenerlos en posición con placas metálicas, clavos, varillas o tornillos.

Fijación externa: La fijación externa es un tipo de tratamiento que puede sujetar los huesos de forma segura sin tener que operar. Este tratamiento a menudo se utiliza cuando la lesión en los tejidos blandos hace que la cirugía en el sitio de la fractura sea insegura.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: marzo 31, 2019.