La lavanda ha sido utilizada por el hombre desde tiempos remotos como ornamento, para obtener sus aceites esenciales, por sus propiedades medicinales y como condimento. Esta, además de ser una planta hermosa también puede ser utilizada por sus propiedades calmantes. Así mismo es uno de los remedios más poderosos en el mundo de las plantas ya que ofrece un alivio tanto físico como emocional para tratar problemas tan variados como quemaduras, migrañas, insomnio, picaduras de insectos, problemas de la piel, infecciones, estrés y tensión nerviosa.
La lavanda es particularmente rica en moléculas aromáticas llamados ésteres que son antiespasmódicos, pacificadores y tónicos, mientras que otras moléculas tienen propiedades antivirales, antibacterianas y anti-inflamatorias. De los muchos atributos terapéuticos que tiene el aceite de lavanda, el alivio a los problemas respiratorios es uno de los más conocidos.
A continuación, te muestro algunos de los beneficios que proporciona la crema de lavanda al cuerpo:
- El extracto de lavanda es naturalmente calmante, relajante y es considerado como una de las esencias más versátiles que existen. También se considera un agente rejuvenecedor de la piel y posee propiedades antisépticas.
- La crema corporal de lavanda nutre y suaviza la piel seca y a su vez proporciona una protección natural contra los rayos UV del sol.
- La crema corporal de lavanda puede ser utilizada por todos los miembros de tu familia.
Ingredientes:
- 4 cucharadas de aceite de coco
- 1,5 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de cera de abejas
- 1 cucharadita de miel
- 3 cucharadas de gel de aloe vera
- 2 cucharaditas de lanolina
- 10 gotas de aceite esencial de lavanda
- 1 cápsula de vitamina E
Preparación:
- Coloca los aceites, la cera de abejas y la miel de abejas en baño de María.
- En otra caldera a fuego medio-alto, coloca el gel de aloe vera. Una vez derretido, mézclalo bien con la mezcla de cera de abejas.
- Añade luego la lanolina y revuelve bien.
- Una vez que la mezcla se haya derretido, pon la ornilla a fuego bajo. Agrégale la vitamina E y los aceites esenciales. Bate hasta que quede suave.
- Vierte el contenido en pequeños frascos de vidrio y deja enfriar antes de taparlos.
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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: agosto 2, 2016.