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¿Fatigada, inquieta y frustrada? Esto es lo que causa la dificultad para dormir durante el embarazo, y lo que puedes hacer al respecto.

Qué injusto, que cuando más lo necesitas, no puedas conseguirlo. Es el insomnio, o la incapacidad para conciliar el sueño o permanecer dormido, que golpea con especial dureza en el tercer trimestre del embarazo.

¿Qué lo causa?

Una complicada combinación de cambios hormonales, viajes frecuentes al baño, acidez estomacal durante el embarazo, calambres en las piernas, el hecho de que puedes no sentirte cómoda cuando estás en la cama con una sandía en donde solía estar tu barriga, y la ansiedad pre-parto puede también ser la causa de tu dificultad para dormir alrededor de la semana 33 de embarazo.

Lo que necesitas saber

Probablemente estés consiguiendo cerrar los ojos más de lo que piensas, sin embargo, entre la ansiedad que podrías estar sintiendo sobre el nacimiento de tu bebé, el hecho de que tu sueño se ve interrumpido por la necesidad de orinar, y el hecho de que estás dando vueltas toda la noche (no es fácil dormir con una sandía dentro), no es de extrañar que te sientas como si no estuvieras durmiendo durante el embarazo en absoluto. Si hay algún lado bueno aquí, es el entrenamiento que estás recibiendo para lo que viene…

Lo que puedes hacer

• No te preocupes. El insomnio no le hará daño ni a ti ni a tu bebé. Además, a veces simplemente dejar de lado la preocupación es todo lo que necesitas para dormir.
• Desactiva tus cubiertas emocionales. Si tienes preocupaciones persistentes que te mantienen despierta por las noches, habla de ellas con un amigo o tu pareja y trata de ordenarlas durante el día – o trata de escribirlas.
• Tómate tu tiempo para cenar. Mientras comes mantén un ritmo pausado, de modo que la acidez no te tenga dando vueltas en la noche. Y trata de no comer la cena demasiado cerca de la hora de acostarte (un estómago lleno puede ser demasiado incómodo para dormir).
• Evita la cafeína y el chocolate. Especialmente en el final de la tarde o por la noche, ya que pueden mantenerte despierto. Un aperitivo ligero antes de acostarte está bien, pero elige sabiamente – un panecillo de grano entero y un vaso de leche caliente si te gusta, podría ayudarte a dormir.
• Bebe antes. Llena tu requerimiento diario de líquidos durante la tarde para reducir las carreras al baño después de acostarte.
• Ejercítate. Haz algo de ejercicio todos los días del embarazo, pero no demasiado cerca de la hora de acostarte.
• Ten una rutina antes de acostarte. Trata de irte a dormir y levantarte a la misma hora todos los días. Cada noche, leer un libro o escucha música relajante, hasta que te encuentres somnolienta.
• Cálmate a ti misma. Trata de adormecerte a sí misma con un baño caliente y una taza de leche caliente, o solicita le a tu pareja un masaje prenatal relajante.
• Ponte cómoda. Si te siente incómoda, no dormirás. ¿Es el dormitorio demasiado frío? ¿Es un sauna? Comprueba la temperatura, y asegúrate de que utilizas un colchón y almohadas que proporcionan soporte sólido, sin sentirse como ladrillos. Una almohada extra puede ayudar a que te sientas cómoda, y que consigas el sueño que necesitas. Abre una ventana para mantener la habitación ventilada.
• Utiliza tu cama solo durante el sexo y para dormir. Si estás haciendo actividades durante el día en la cama, es posible que, sin saberlo, asocies esa parte de tu hogar con estar despierta – y con el estrés.
• No utilices pastillas para dormir. No confíes en los medicamentos de venta libre, de prescripción o en las píldoras a base de hierbas o alcohol para ayudarte a dormir. Estos son peligrosos durante el embarazo.
• Si no estás durmiendo, levántate. Si no estás dormida después de 20 a 30 minutos de intentarlo, levántate y haz algo (leer, por ejemplo) y luego trata de ir a dormir de nuevo.
• No cuentes las horas. Aunque la mayoría de la gente funciona mejor con ocho horas de sueño, algunos necesitan menos y algunos necesitan más. Así que en lugar de apuntar a un determinado número de horas de sueño, pregúntate cómo te sientes sobre las horas que estás durmiendo durante tu embarazo. Si no está crónicamente cansada, podrías estar recibiendo suficiente descanso.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: agosto 10, 2018.