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La mejor manera de preparar el té verde. Cómo obtener todos sus beneficios

Preparar y servir el té es algo más que una tarea cotidiana en los países asiáticos, se trata de toda una ceremonia. Gracias a esta cuidadosa preparación, el té verde conserva mejor todos sus nutrientes. Es importante conocer cómo debemos preparar la bebida para obtener todos sus beneficios sin perder el incomparable sabor. El proceso de preparación no es complicado y los utensilios que se necesitan están disponibles en cualquier hogar.

La mejor manera de preparar el té verde es mediante su remojo. Esto puede sonar demasiado común, pero la clave está en los detalles. Con el fin de obtener los mejores resultados, debemos tener los ingredientes y utensilios adecuados. Depende de ti elegir el té verde que quieres preparar, sin embargo, es mejor optar por las hojas sueltas en lugar de las bolsas de té. En general, son más frescas y tienen nutrientes más beneficiosos.

El agua que se utiliza para remojar las hojas también es importante. La mejor opción es agua de manantial. No es abundantemente mineralizada, pero todavía contiene una cantidad suficiente de minerales que se suman al sabor del té. Además, van a favorecer la transformación de los nutrientes beneficiosos del té verde en tu cuerpo.

Puedes utilizar cualquier tipo de tetera para hervir el agua del té verde. Necesitarás un colador de té o una pequeña criba en la que puedas poner las hojas secas. Debes usar una tetera de porcelana para remojar. Cualquier otro tipo de contenedor podría afectar el sabor de la bebida. Si estás haciendo el té solamente para ti, puedes empapar las hojas en una taza de té.

El primer paso cuando preparas el té verde es medir la cantidad de hojas secas que necesitas. La mejor opción sería 5 gramos de hojas por cada 8 onzas de agua. En general, puedes utilizar una cucharadita de hojas para preparar una taza de té. Ten en cuenta que la cantidad dependerá de la forma de la hoja. Por ejemplo, si las hojas son muy pequeñas, una cucharadita probablemente contiene un poco más de 5 gramos, si las hojas son más grandes, la cantidad será un poco menos.

El siguiente paso es preparar el agua. Esto también tiene sus especificidades. Debes llevar el agua hasta el punto de ebullición y luego detener el proceso. Para la elaboración, la temperatura del agua debe estar entre 170 y 180 F (77 a 82 C). Una vez que el agua está lista, puedes verterla en la taza o vaso de agua. Deja que se enfríe durante un minuto o dos. De esta manera, el agua llega a la temperatura perfecta.

El siguiente paso es poner el colador de té con las hojas secas en el agua. El tiempo de maceración es crucial para el sabor del té verde. Las distintas variedades requieren diferentes tiempos de remojo. Algunas hojas tienen que ser sumergidas por solo 30 segundos, mientras que otras necesitan de 6 a 7 minutos. Si no tienes ninguna indicación en cuanto al tiempo de remojo en el paquete del té, debes remojar las hojas entre 2 y 3 minutos.

Otra opción es confiar en el método de ensayo y error. El té verde debe tener un sabor muy suave, no debe ser amargo. Si tiene un sabor amargo debes reducir el tiempo de remojo hasta que la bebida sepa bien.

Después del tiempo requerido, el té verde está listo para servir. Lo mejor es dejar que la bebida se enfríe durante un par de minutos antes de beberla.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: octubre 18, 2018.