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2 maneras simples para preparar té verde

El té verde es una bebida extraordinaria. Aunque es originario de China, se ha convertido en una bebida popular en todo el mundo. No sólo es bueno para la salud cuando se consume como bebida, también es muy beneficioso cuando se utiliza para el cuidado de la piel y en los productos de belleza. El té verde contiene diversas enzimas, aminoácidos, está enriquecido con otros nutrientes esenciales como hidratos de carbono y lípidos, y posee grandes cantidades de esteroles, polifenoles, carotenoides, tocoferoles, entre otros compuestos como la cafeína.

El té verde tiene cierto sabor amargo y este gusto se intensifica si no se prepara adecuadamente. Con la práctica habitual, este amargor puede ser reducido. En este artículo te enseñamos dos formas muy simples para aprender a preparar un buen té verde, pero antes nos interesa conocer un poco más acerca de esta bebida milenaria.

Tipos de té verde

Para obtener el mejor sabor y los beneficios del verdadero té verde, debemos comprarlo en tiendas de té chino, porque allí siempre tienen las mejores recetas de té verde. Entre los tipos de té más tradicionales se encuentran:

  • Sencha: es un té sin moler, de sabor dulce, que se recoge de los primeros brotes de la planta.
  • Bancha: se obtiene en la segunda etapa de cosecha, tiene un sabor ligero.
  • Matcha: muchos lo consideran el rey de los tés verdes, es el que se sirve en las ceremonias tradicionales de Japón. Se obtiene de los brotes jóvenes de la planta tras un riguroso proceso de cultivo y preparación.
  • Gyokuro: al igual que las hojas para el matcha, este té requiere un cultivo a la sombra. Tiene un sabor muy rico y es uno de los tés más caros de Japón.
  • Genmaicha: es uno de los tés más populares en Japón, tiene una mezcla de arroz tostado y té sancha o té bancha.
  • Hojicha: es un té verde obtenido a partir de las hojas tostadas. Tiene un sabor peculiar y es ideal para las comidas.

Principales beneficios del té verde

Alivia el estrés y la ansiedad: el té verde contiene aminoácidos que ayudan a aliviar el estrés y la ansiedad. Es la bebida perfecta para calmar una mente preocupada.

Detiene la propagación de los virus: científicos japoneses han descubierto que el galato de epigalocatequina presente en el té verde puede ayudar a detener la propagación de los virus, por ejemplo, evita que el VIH se adhiera a las células sanas.

Reduce el riesgo de enfermedad de Parkinson: ayuda a prevenir que las células cerebrales sufran daños que pueden conducir a la enfermedad de Parkinson.

Controla los niveles de presión arterial: puede ayudar a mantener la presión arterial baja al reducir la angiotensina, que conduce a la hipertensión arterial.

Fortalece el sistema inmunológico: el té verde es bueno para fortalecer nuestra inmunidad por su contenido de polifenoles y flavonoides. Esto nos brinda una mejor capacidad de luchar contra las enfermedades.

Reduce el riesgo de obesidad y controla el colesterol: el té verde es muy eficaz en la prevención de la obesidad al obstaculizar el movimiento de la glucosa hacia las células de grasa. También ayuda controla los niveles de colesterol y aumenta la cantidad de colesterol bueno.

Añade brillo a la piel: es ideal para mantener tu piel joven y saludable.

Reduce el riesgo de cáncer: se dice que reduce el riesgo de cáncer por sus niveles antioxidantes. Los antioxidantes presentes en el té verde nos protegen del daño celular que ha sido relacionado con el cáncer.

Reduce la presión arterial: es muy bueno para prevenir las enfermedades del corazón, ya que reduce la presión arterial y el colesterol.

Ayuda a quemar grasas y calorías: el té verde es útil para aquellos que están tratando de perder peso porque ayuda a aumentar la energía, de modo que podemos ejercitarnos por más tiempo y conseguir mejores resultados.

Cómo preparar el té verde con las hojas

La preparación del té verde es diferente a la preparación de otros tés, como el té negro. Requiere algunos pasos y consideraciones sencillas. Por ejemplo al preparar té verde, debemos evitar que las hojas se empapen en agua caliente por encima de los 80 ° C, porque se pondrá amargo. Así que debemos dejarlo reposar en agua no tan caliente.

Entonces, ¿qué se necesita?

  • Hojas de té verde. La cantidad básica sería 1 cucharadita por 1 taza de agua.
  • Un colador de té (limpio y seco)
  • Una taza
  • Una olla de acero inoxidable
  • Agua

Paso 1: Toma una cucharadita de hojas de té verde. Si decides hacerlo para toda la familia, ten en cuenta que se toma una cucharadita de hojas de té por cada taza de agua.

Paso 2: Ahora coloca las hojas de té en el colador y reserva.

Paso 3: Toma la olla o cacerola y pon a hervir la cantidad de agua adecuada. La temperatura ideal para el té verde es de 70 a  80° C, por lo que debes velar el agua para asegurarte de que no está hirviendo. Tenemos que bajar el agua cuando está cerca del punto de ebullición, pero no hirviendo. Si accidentalmente empieza a hervir, simplemente apaga el fuego y deja que se enfríe un poco. Entonces debería estar listo para su uso.

Paso 4: Coloca el colador o filtro en la taza donde vas a servir.

Paso 5: Vierte el agua caliente en la taza y deja que el té repose durante 3 minutos como máximo. Este es el paso donde tenemos que ser muy cuidadosos. A no todos les gusta la bebida fuerte, para ver si el té ha quedado con el sabor esperado, puedes probarlo con una cucharilla cada 30/45 segundos.

Paso 6: Una vez que estés conforme con el gusto, saca el colador. Si lo deseas añade un poquito de azúcar o miel para endulzar. Deja que se enfríe unos segundos y disfruta tu taza de té verde.

Cómo preparar té verde en polvo

Algunos pueden preparar el té usando los productos en polvo que están disponibles en el mercado.

En ese caso necesitarás:

  • 1 y ½ cucharadita de té verde en polvo
  • 1 taza de agua y un colador
  • 1 cucharadita de azúcar o miel (opcional)

Paso 1: Coloca una taza de agua a hervir. Recuerda que el té verde se amarga cuando el agua se calienta más de lo necesario, así que controla su temperatura. Baja el agua del fuego cuando esté cerca del punto de ebullición.

Paso 2: Ahora deja que se enfríe durante unos segundos.

Paso 3: Agrega el polvo de té verde al agua. El momento de reposo ideal es de 3 minutos pero puedes probar antes para comprobar si el sabor te agrada.

Paso 4: Después de 3 minutos, el color debe haber cambiado a marrón. Ahora debes colar el té usando un colador.

Paso 5: Si lo deseas agrega un poco de azúcar o miel para endulzar.

Para obtener la mejor taza de té verde debes recordar que:

  • Existen muchas variantes disponibles. Prueba diferentes opciones y escoge la mejor para ti.
  • Debes usar siempre hojas/polvo de buena calidad para obtener el mejor sabor.
  • Nunca agregues el producto al agua hirviendo como solemos hacer para preparar el té negro común.
  • Para hacer la mejor taza de té la temperatura ideal del agua debe estar entre 70 y 80 ° C.

El té verde tiene muchos beneficios. Si lo consumimos diariamente como parte de una rutina y estilo de  vida, comenzaremos a ver los resultados en un par de semanas. Mantengámonos en forma, mantengámonos saludables.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: octubre 20, 2018.