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Olor de heces en el aliento: ¿Qué significa y qué puedes hacer?

Todos hemos experimentado mal aliento en algún momento de nuestras vidas. Puede ser preocupante tener un mal olor en tu aliento que el cepillado y el enjuague bucal no parece quitar, especialmente si tu aliento huele a heces. Si bien hay algunas causas inofensivas que pueden causar el olor a heces en tu aliento, la mayoría de los problemas que causan este fenómeno son más graves y requieren atención médica.

Causas

Existen varias causas probables que pueden hacer que tu aliento huela a heces, que van desde una mala higiene hasta fallas en el hígado.  Estas son:

Mala higiene bucal. Una higiene oral deficiente puede hacer que tu aliento huela a heces. Si no te cepillas y usas el hilo dental de manera adecuada y regular, puedes adquirir mal aliento porque la placa y las bacterias se acumulan en y entre los dientes. Los alimentos que no se eliminan mediante el uso de hilo dental se quedan entre los dientes, lo que hace que tu aliento tenga un olor desagradable.

La enfermedad de las encías también puede contribuir al mal aliento, y también es causada por descuidar la higiene oral. Las dentaduras que no se limpian adecuadamente a diario también pueden causar halitosis grave.

Obstrucción intestinal. Las obstrucciones intestinales son emergencias médicas peligrosas que ocurren cuando se forma un bloqueo en el intestino grueso.

Una obstrucción del tracto intestinal puede causar que tu aliento huela a heces debido a no solo a las heces que están atrapadas dentro de tus intestinos, sino también a los alimentos que has ingerido y que no pueden moverse por tu tracto intestinal. Todo lo que comas, mientras no puedes defecar, permanece dentro del tracto digestivo y fermenta, causando mal aliento.

Además del desagradable olor, alguien con una obstrucción intestinal puede experimentar:

  • Disminución del apetito
  • Hinchazón severa
  • Hinchazón abdominal
  • Estreñimiento
  • Náusea
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Dolor abdominal
  • Calambres abdominales severos
  • Incapacidad para pasar gas o heces

Vómitos. El vómito prolongado y la deshidratación resultante pueden causar mal aliento debido a la sequedad de la boca. La saliva limpia la boca y reduce el olor, pero en casos de deshidratación, no producirás suficiente saliva. El vómito, como resultado de una obstrucción intestinal, puede hacer que tu aliento huela a heces.

Infecciones de los senos nasales. Las infecciones respiratorias y sinusales pueden hacer que su aliento huela a heces. Estas pueden ser causadas por bronquitis, resfriados virales, faringitis estreptocócica y más. Cuando las bacterias se mueven desde la nariz hasta la garganta, pueden hacer que la respiración tenga un olor increíblemente desagradable. Algunos otros síntomas de las infecciones sinusales pueden incluir:

  • Fluidos nasales gruesos y de color verde amarillento
  • Resfriados que duran más de 10-14 días
  • Fiebre leve
  • Irritabilidad y fatiga
  • Goteo retro-nasal que se manifiesta como náuseas, vómitos, tos o dolor de garganta
  • Ojos hinchados
  • Dolor de cabeza

Los niños son más propensos a desarrollar infecciones sinusales después de un resfriado viral que los adultos, pero pueden presentarse síntomas similares en ambos.

Reflujo gastroesofágico. La enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE) puede causar mal aliento, incluida la respiración que huele a heces. Esto se debe a que el ácido del estómago fluye hacia atrás en el esófago. Este retro lavado ácido puede irritar el revestimiento esofágico, causando incomodidad extrema. Una persona con ERGE puede experimentar:

  • Reflujo leve que ocurre de una a dos veces por semana
  • Reflujo moderado a severo al menos una vez a la semana
  • Acidez estomacal en el pecho después de comer, lo que podría empeorar durante la noche
  • Dificultad para tragar
  • Regurgitación de líquido agrio o comida
  • La sensación de un nudo en la garganta
  • Laringitis
  • Tos persistente
  • Asma que es nueva o peor que antes
  • •Insomnio o incapacidad para mantenerse dormido

Cetoacidosis. La cetoacidosis es una complicación grave en personas que tienen diabetes. Ocurre con mayor frecuencia en personas con diabetes tipo 1, cuando el cuerpo produce un alto nivel de ácidos en la sangre llamado cetonas. Es una emergencia médica que requiere atención inmediata, junto con la hospitalización.

La cetoacidosis puede causar aliento que huele a heces debido a la boca seca o vómitos prolongados asociados con la condición.

Los síntomas de la cetoacidosis incluyen:

  • Sed extrema
  • Orinar más de lo normal
  • Sequedad en la boca y la piel
  • Náuseas o vómitos
  • Confusión
  • Dolor abdominal
  • Niveles altos de azúcar en la sangre
  • Altos niveles de cetonas en la orina
  • Tener enrojecimiento en la cara
  • Aliento con olor frutal (acetona)
  • Respiración acelerada
  • Fatiga

Insuficiencia hepática. La insuficiencia hepática puede ser crónica o aguda. La insuficiencia hepática aguda puede ocurrir repentinamente y requiere atención médica inmediata. También puede hacer que la respiración huela a heces debido a la diarrea y cualquier deshidratación resultante.

Una persona con insuficiencia hepática podría experimentar:

  • Pérdida de peso
  • Ictericia
  • Diarrea
  • Fatiga
  • Pérdida de apetito
  • Náusea
  • Comezón
  • Moretones o sangrado fácil
  • Ascitis (acumulación de líquido en el abdomen)
  • Edema (acumulación de líquido en las piernas))

Tratamientos

Hay muchas maneras en las que puedes tratar las condiciones que causan que tu aliento huela a heces:

  • Mala higiene oral: si tu mal aliento es causado por la acumulación de placa debido a una mala higiene oral, visitar al dentista para una limpieza podría ayudarte. Si tienes periodontitis, es importante tratarla y controlar la inflamación de la boca.
  • Obstrucción intestinal: si sospechas que puedes tener una obstrucción intestinal, busca atención médica de inmediato. Tu médico puede recetarte reposo intestinal con líquidos por vía intravenosa para tratar una obstrucción parcial. Para obstrucciones severas, se puede requerir cirugía. También es posible que te receten antibióticos, analgésicos o medicamentos para reducir las náuseas.
  • Vómitos:El tratamiento para detener el vómito depende de la causa. En la mayoría de los casos de infección viral e intoxicación alimentaria, se debe permitir que los síntomas pasen. En ocasiones, los vómitos intensos requieren medicamentos contra las náuseas o líquidos por vía intravenosa en caso de deshidratación.
  • Infección en los Senos Nasales:La mayoría de las infecciones sinusales se tratan con antibióticos recetados por un médico. También se pueden requerir medicamentos libres de prescripción para tratar las molestias causadas por la infección.
  • ERGE: la enfermedad de reflujo gastroesofágico se puede tratar con medicamentos de venta libre o con medicamentos recetados, como antiácidos (medicamentos que reducen la producción de ácido), o medicamentos que ayudan a que el esfínter esofágico inferior permanezca cerrado. Si tienes ERGE, debe evitar alimentos que agraven tus síntomas. En casos extremos, la cirugía puede ser necesaria.
  • Cetoacidosis:Una persona que experimente cetoacidosis recibirá una combinación de tratamientos en el hospital para normalizar los niveles de azúcar y de insulina en la sangre. Esto incluye terapia con insulina, reemplazo de fluidos y reemplazo de electrolitos. Puedes recibir antibióticos si tu cetoacidosis fue desencadenada por una infección u otra enfermedad.
  • Insuficiencia hepática: tu médico puede tratar la insuficiencia hepática aguda con medicamentos que revierten los efectos del envenenamiento o un trasplante de hígado, si tu afección es irreversible. Para afecciones como la cirrosis, que pueden provocar insuficiencia hepática crónica, es posible que recibas tratamiento para tu dependencia al alcohol, medicamentos administrados contra la hepatitis, que te recomienden bajar de peso o que te tomes otros medicamentos que controlan las causas y los síntomas de la cirrosis.

Remedios Caseros

Si tu afección no es grave, puedes tratarla en casa con remedios simples que pueden ayudar a reducir el mal aliento. Algunos de estos remedios caseros incluyen:

  • Cepillarte los dientes después de cada comida
  • Usar hilo dental diariamente
  • Usar enjuague bucal sin alcohol diariamente
  • Utilizar un raspador de lengua para eliminar bacterias y partículas de alimentos
  • Masticar perejil fresco u hojas de menta
  • Masticar chicle de menta sin azúcar o chupar un caramelo de menta sin azúcar
  • Evitar fumar y consumir alimentos que hagan que tu aliento huela desagradable
  • Beber mucha agua y usar un enjuague bucal formulado para la boca seca
  • Hacer gárgaras de aceite (usa aceite de coco u otro aceite como enjuague durante 15-20 minutos y escúpelo al terminar)

Ver más; Remedios caseros para el mal aliento.

Conclusión

Para condiciones que puedes tratarte fácilmente o a corto plazo, como una higiene oral deficiente, vómitos, infección sinusal o ERGE, el mal aliento solo es un problema pasajero. Siguiendo los tratamientos deberías curarte y eliminar el mal aliento en dos semanas. Si la causa subyacente es curada correctamente, el mal aliento se debe reducirse o eliminarse.

En casos de condiciones graves como obstrucción intestinal, cetoacidosis o insuficiencia hepática, es vital la atención de emergencia inmediata. Estas condiciones son extremadamente serias y podrían ser fatales. Sin embargo, es importante notar que el tratamiento temprano es crítico. Si se detectan alguna de estas condiciones de manera temprana, el pronóstico a largo plazo puede ser positivo y es posible que te puedas recuperarse por completo.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 27, 2019.