Aquí está la desafortunada ironía de la industria de productos de limpieza, la gran mayoría de los productos que compramos para limpiar, trapear y fregar nuestros hogares puede llegar a contaminar nuestros espacios interiores con químicos tóxicos. Los perfumes falsos, los tintes y los disolventes pueden representar el 90% del volumen de una solución típica de limpieza comprado en una tienda. Además, dado que las compañías de productos de limpieza no tienen que listar sus ingredientes en la etiqueta, por lo general estamos ajenos a que ingredientes fueron utilizados. Aquí te proponemos una opción en caso de que desees evitar los productos químicos y elaborar tu propio limpiador.
Limpiador para todo uso
Generalmente pagamos por los limpiadores y jabones antibacterianos muy costosos, y recibimos más de lo que esperábamos, ya que muchos de sus ingredientes se han vinculado a varias complicaciones, desde el daño a la glándula tiroides, las alergias, la aparición de superbacterias resistentes a los fármacos hasta la contaminación del agua. En su lugar, te sugerimos matar los gérmenes con esta solución de vinagre para todo uso.
Ingredientes:
9 partes de agua
1 parte de vinagre blanco
Mezcle los ingredientes en una botella de spray y limpie.
Nota: El vinagre blanco no mata todos los gérmenes, por lo que si tienes una gran suciedad por limpiar, límpiela con agua jabonosa primero y luego siga con un chorro de vinagre y un chorrito de peróxido de hidrógeno para noquear prácticamente a todos los gérmenes. Recuerda que debe hacer una pequeña prueba primero para asegurarse de que la superficie no se decolora o reacciona de forma no deseada.
Destupidor para drenajes
Enjuagar los drenajes cada vez que se utilizan ayuda a prevenir las obstrucciones y la acumulación, pero cuando una situación de drenaje tupido no se soluciona, pruebe este remedio.
Ingredientes:
Bicarbonato de sodio
Vinagre blanco
Hervir el agua
Vierta una mezcla de partes iguales de bicarbonato de sodio, vinagre blanco y agua hirviendo, con cuidado, por el desagüe y deja reposar durante media hora, el bicarbonato de sodio y vinagre se deshacen de todo lo que está obstruyendo el flujo por las tuberías.
Limpiador para horno
Muchos limpiadores de hornos son clásicos aniquiladores del aire en interiores. Para evitar los humos tóxicos que se encuentran en muchas versiones comerciales, use esta receta de limpieza casera.
Ingredientes:
2 tazas de agua caliente
1 cucharada de líquido natural lavaplatos
1 cucharadita de bórax
Mezcla los ingredientes, rocíelo sobre el área deseada y deje reposar durante 20 minutos, luego limpie con un paño limpio. Para limpiar un derrame excesivo de grasa, primero limpie tanto como sea posible con papel de periódico arrugado, a continuación, utilice el spray casero.
Limpiador de ventanas
Por menos de $ 1, puedes crear un limpiador natural para las ventanas, libre los ingredientes que provocan asma y alergias.
Ingredientes:
¼ taza de vinagre
½ cucharadita de jabón natural líquido (opcional)
2 tazas de agua
Combine todos los ingredientes en una botella de spray y agite para mezclar. Rocíe unos chorritos de la mezcla en una ventana, frote con una esponja de cocina, y retire la suciedad. También puedes utilizar un papel periódico desmenuzado.
Plumero de limón
El polvo doméstico es realmente dañino para el interior de nuestros hogares, pero la mayoría de los limpiadores de polvo en el mercado empeoran las cosas, por sus propios ingredientes desagradables. Mezcla tu propia receta sencilla para desterrar al polvo de tu casa.
Ingredientes:
10 gotas de aceite de limón puro
2 cucharadas de jugo de limón
Varias gotas de aceite de oliva
Combine todo en una pequeña botella de aerosol, rocíeselo a los muebles y utilice un paño de franela de algodón para limpiar las superficies con polvo.
Para la limpieza de la parrilla
Nada es menos apetecible que cocinar con una parrilla crujiente que está llena de carne quemada y grasa vieja. Descubre una estrategia muy sencilla para desprender los residuos de gran tamaño y el aceite, sin usar ningún producto tóxico en la tarea.
1. Precalienta la parrilla durante 15 minutos.
2. Raspa la rejilla de la parrilla con un cepillo de alambre rígido.
3. Coge una toalla de papel arrugado con pinzas para asar y humedécelo con aceite vegetal.
4. Finalmente utiliza las pinzas para frotar la toalla de papel aceitosa sobre la rejilla de la parrilla.
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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: marzo 28, 2018.