Cuando hablamos de comer alimentos crudos y sus numerosos beneficios para la salud, generalmente pensamos en todas las vitaminas y minerales que contienen, como por ejemplo la vitamina A, la vitamina C, el potasio, el magnesio, el hierro, pero, casi nunca pensamos en la clorofila, que es el pigmento que da a las plantas su color verde.
Clorofila
La clorofila es una molécula extremadamente importante que es fundamental en el proceso de fotosíntesis que permite a las plantas absorber la energía de la luz y convertirla en energía química (glucosa) que puede ser utilizada como combustible por los organismos para realizar sus actividades.
La mayoría de las plantas y las algas realizan el proceso de fotosíntesis, lo que permite que se mantengan los niveles de oxígeno atmosférico y sea suministrado a todos los compuestos orgánicos que se necesitan para que haya vida en la Tierra.
Beneficios de la clorofila para la salud
Hay muchas afirmaciones sobre las propiedades curativas de la clorofila, pero la mayoría han sido desmentidas o son exageradas por las empresas que la comercializan. Sin embargo, hay algunos beneficios que si fueron probados.
La clorofila está registrada como un aditivo alimentario (colorante) con el nombre de E140. En la industria culinaria la clorofila se utiliza para dar color a una variedad de alimentos y bebidas verdes tales como las pastas y el ajenjo.
Sin embargo, la clorofila no es sólo un pigmento, también ayuda a desintoxicar tu cuerpo ya que se conecta con las toxinas y los radicales libres y los convierte en materiales neutros. Ayuda a expulsar los metales pesados que tienden a acumularse en diferentes lugares de nuestro organismo como el cadmio y el mercurio, pesticidas y contaminantes industriales, ayudando a eliminar su toxicidad.
Estas propiedades hacen que la clorofila sea un compuesto con propiedades anti-cancerígenas ya que inhibe la capacidad del hígado de promover tumores carcinógenos (sustancias que causan cáncer) y mejora la desintoxicación de toxinas que participan en la promoción del cáncer.
Además, la evidencia preliminar sugiere que la clorofila puede reducir los efectos secundarios asociados con las terapias de foto-dinámica, tales como las que se utilizan en el tratamiento de los tumores malignos.
Como la clorofila tiene propiedades anti-inflamatorias, alcaliniza el cuerpo, por lo que puede afectar la acidez de los fluidos corporales, incluyendo la orina o la sangre y por lo tanto, se puede utilizar para prevenir las enfermedades y procesos de inflamación en las células.
Incorporación de clorofila en tu dieta
Con el fin de mantener el máximo de clorofila en los alimentos, debes comerlos crudos o cocinarlos ligeramente al vapor. Si puedes conservar el color verde, estarás reteniendo la clorofila que es tan beneficiosa para todos los procesos celulares del cuerpo.
La clorofila se encuentra en todos los vegetales verdes. Cuanto más oscuro sea el color verde, más clorofila tiene el alimento: verduras de hojas verdes, especialmente la espinaca, la col rizada, las acelgas, las hierbas frescas como el perejil, el eneldo y el cilantro, las algas verdeazules (especialmente Chlorella y Spirulina), brotes, hierba de trigo, té verde matcha y vegetales verdes como guisantes, espárragos, brócoli y apio.
Puedes aumentar la ingesta de clorofila en tu dieta mediante el consumo de batidos verdes que te permitirán consumir grandes cantidades de frutas y vegetales, así como diversificar más tu menú. También puedes considerar tomar un suplemento de clorofila si tienes riesgo de padecer cáncer o estás expuesto a muchas toxinas o si no consumes muchos vegetales ricos en clorofila. Los suplementos de clorofila están disponibles en forma líquida, en polvo o en cápsulas en las tiendas de alimentos saludables y online.
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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: marzo 27, 2017.