5 razones por las que debes consumir más ácidos grasos Omega 3

Los ácidos grasos omega 3 son muy importantes para nuestro cuerpo; son esenciales para las membranas celulares del cuerpo e intervienen en los procesos metabólicos y bioquímicos. Se ha demostrado que ayudan a prevenir varias enfermedades crónicas y a mejorar la salud en general, pero nuestro organismo no es capaz de producirlos por sí solo, de modo que tenemos que obtenerlos a través de una nutrición adecuada.

Beneficios que aportan los ácidos grasos Omega 3

1. Disminución de riesgos durante el embarazo: Los suplementos de omega 3 pueden ayudar a reducir el riesgo de parto prematuro. Esto es muy importante para las mujeres con predisposición a desarrollar embarazos cortos o que dan a luz a bebés con bajo peso.
2. Mejora de la cognición y la memoria: Las personas sanas, de entre 18 y 25 años, pueden mejorar su función cognitiva y la memoria si aumentan la ingesta de ácidos grasos omega 3. Por eso se recomienda consumir pescado rico en grasas omega 3 de forma regular. Así mismo tomar suplementos de omega 3 mejora la función de aprendizaje y la memoria en personas con deterioro cognitivo por causa de la edad.
3. Mejora del ánimo: La falta de ácidos grasos omega 3 a largo plazo puede causar trastornos del estado de ánimo y disminución de la función cognitiva. Los suplementos de ácidos grasos omega-3 se utilizan como terapia adicional en el tratamiento de trastornos neuropsiquiátricos, tales como trastornos del humor, esquizofrenia y trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
4. Protección contra el daño cerebral: El consumo de ácidos grasos omega 3 protege al cerebro del daño que pueden causar los alimentos con alto contenido de grasas malas, por ejemplo, la comida chatarra. Una dieta alta en este tipo de grasas afecta la creación de células nerviosas en el cerebro, en cambio una dieta rica en ácidos grasos omega 3 puede ser muy beneficioso y estimulante para las áreas responsables del aprendizaje y la memoria. (Te puede interesar: Hierbas buenas para mejorar la memoria y la función cerebral, tónicos para el cerebro)
5. Tratamiento de la inflamación: La inflamación es un proceso natural que ocurre en nuestro cuerpo como respuesta a diferentes causas, ya sea la curación de una lesión o la invasión de un agente infeccioso. En ocasiones la respuesta inflamatoria se convierte en una condición crónica, provocando daño tisular. Esto a su vez puede acelerar el desarrollo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas y vasculares, artritis, cáncer y síndrome metabólico. Los ácidos grasos omega 3 son responsables de los procesos metabólicos que ayudan a combatir la inflamación, de ahí la importancia de su consumo para prevenir este tipo de complicaciones.

Fuentes de ácidos grasos Omega 3

Ahora que ya conoces cuáles son los principales beneficios de los ácidos grasos omega 3, solo queda recomendarte algunas buenas fuentes naturales. Por ejemplo, si eres amante de la comida marina, enhorabuena!! Los pescados y mariscos son una gran fuente de ácidos grasos omega 3; aumenta el consumo de halibut, arenque, caballa, ostras, salmón, sardina, trucha, atún y bacalao. También los puedes encontrar en verduras, sobre todo las de hojas verdes como la col rizada, el perejil, la menta, las coles de Bruselas, las espinacas, el berro y la linaza molida. Las semillas de chía, las nueces y la quinua también son una buena fuente de grasas omega 3.

Si consideras que no obtienes suficiente omega 3 de tu dieta, puedes tomar un suplemento bajo la supervisión de un médico.

Diferentes formas de ácidos grasos Omega 3

Si eres de los que siempre quiere saber más detalles, te interesará conocer que los alimentos de origen vegetal y los de origen animal contienen diferentes variantes de ácidos grasos omega-3. Los alimentos vegetales lo tienen en su forma ALA (ácido alfa-linolénico), mientras que los pescados y mariscos lo contienen en forma EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosaexaenoico). ALA es un ácido graso de cadena corta, pero EPA y DHA son ácidos grasos de cadena larga. El cuerpo necesita convertir la versión de cadena corta a una versión de cadena larga para poder utilizarla.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 27, 2019.