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32 Remedios caseros para deshacerse de la neumonía

Según una investigación llevada a cabo por la OMS, cada año muere más de un millón de niños menores de cinco años debido a la neumonía. Este número es mucho mayor que el de las muertes por malaria, sida o tuberculosis. La neumonía, o también conocida popularmente como pulmonía, es una forma aguda de infección que conduce a la inflamación de los pulmones. Puede ser causada por virus, hongos, bacterias, y puede afectar a cualquier persona, aunque es más común en niños y ancianos. Los niños son más afectados por la neumonía adquirida en la comunidad, debido a su interacción en escuelas, centros de ocio, etc. y los ancianos son propensos a la neumonía hospitalaria cuando permanecen mucho tiempo en un hospital o centro de cuidados. Las personas sanas que desarrollan neumonía generalmente han sido infectadas por la bacteria Streptococcus Pneumoniae (neumococo).

Algunos de los principales síntomas de la neumonía son fiebre, tos, diarrea, vómitos, dolor en el pecho, dificultad para respirar, cansancio y sensación de frío. Aunque es una condición seria, es posible curarla en 2 o 3 semanas si se aplica el tratamiento oportuno. Ante la presencia de estos síntomas es muy importante que la persona acuda al médico para someterse a los exámenes de diagnóstico, por ejemplo una exploración física, una radiografía de tórax, análisis de sangre y cultivo de muestras (esputo).

El tratamiento de la neumonía casi siempre se basa en los antibióticos, pero la elección del medicamento específico dependerá del germen en cuestión y del estado general de salud que tenga el paciente. El médico también puede indicar el uso de medicamentos para el dolor y la tos.

Otra forma de combatir la infección pulmonar y favorecer la recuperación del organismo es el uso de remedios naturales que han demostrado su efectividad para eliminar gérmenes y limpiar los pulmones. A continuación te dejamos con la mayor compilación de remedios caseros para poner en jaque a la neumonía.

Remedios caseros para deshacerse de la neumonía

1. Ajo

Además de ayudarte con sus excelentes propiedades anti-bacterianas, anti-virales, inmunes y desintoxicantes, el ajo te ayudará a calentar el cuerpo y a descongestionar el pecho y los pulmones, favoreciendo una pronta recuperación. Puedes usar el ajo de diferentes formas; te recomiendo que machaques varios dientes de ajo hasta formar una pasta fina, agrégale un poco de miel, una cucharada de limón, y toma una cucharadita de esta preparación al menos 4 veces al día. También puedes tomar trocitos de ajo crudo acompañando con agua, o agregarlos a cualquier infusión que tengas en casa. Leer más en: Cómo preparar jarabe de ajo para las infecciones respiratorias

2. Pimienta de cayena

Gracias a su alto contenido de capsaicina, la pimienta de Cayena ayuda al cuerpo a deshacerse de la mucosidad acumulada en las vías respiratorias, algo que puede favorecer muchísimo el alivio general del paciente con neumonía. Toma 250 ml de agua, añádele 1 cucharadita de jugo de limón y un cuarto de cucharadita de pimienta, revuelve bien y bebe esta agua por lo menos 4 veces al día.

3. Inhalaciones de vapor

Estando dentro del baño con la puerta cerrada, llena un cubo con agua bien caliente y agrégale unas gotas de cualquier aceite esencial que tengas en la casa, ya sea de árbol del té, lavanda, alcanfor, menta o eucalipto. Coloca una toalla sobre tu cabeza e inclínate hacia el cubo para inhalar los vapores que desprende, durante al menos 15 minutos. Esto te ayudará a combatir la neumonía y a aflojar la mucosidad en las vías respiratorias. Repite varias veces al día para ver mejores resultados.

4. Jugo de zanahoria

La zanahoria es rica en vitaminas esenciales y minerales, como el potasio, que favorecen la recuperación del tejido pulmonar. Por eso es recomendable potenciar su consumo cuando se padece de neumonía. Puedes comerla en su forma natural, o puedes preparar un jugo, licuando 3-4 zanahorias con agua y un poco de pimienta de cayena. Bebe de inmediato y repite 3 veces al día.

5. Té de semillas de alholva o fenogreco

La alholva ayuda a bajar la fiebre y eliminar las toxinas del cuerpo mediante de la sudoración, así como a descongestionar el pecho. Este remedio es muy sencillo: vierte 500 ml de agua en una cacerola y agrégale una cucharadita de semillas de alholva. Deja que alcance el punto de ebullición y retira del fuego; añádele una cucharadita de jugo de limón y bebe cuatro veces al día como mínimo para deshacerte más rápido de la neumonía.

6. Semillas de sésamo

Estas semillas pueden hacer milagros cuando la neumonía viene acompañada de muchas flemas. Las semillas de sésamo tienen un fuerte efecto espectorante que te ayudará a expulsar toda la flema acumulada. Pon a hervir  una taza de agua y agrégale una cucharada de semillas de sésamo, cuando estén suaves agrégales una cucharada de semillas de lino y deja que hiervan durante 5 minutos más; ahora cuela el agua y adiciónale una pizca de sal o una cucharadita de miel para mejorar el sabor. Bebe esta infusión cada mañana con el estómago vacío.

7. Jengibre

Ralla un trozo de jengibre, exprime bien y extrae su jugo para que lo mezcles con 1 cucharadita de miel y unas gotas de jugo de limón. Toma esta mezcla todos los días antes de acostarte para aprovechar las propiedades anti-inflamatorias, antibióticas y desintoxicantes del jenjibre. También puedes agregarlo a cualquier jugo verde o infusión que tomes durante el día. Si quieres deshacerte mucho más rápido de la neumonía, no olvides poner en práctica este remedio. Te puede interesar: Té de jengibre con limón para desintoxicar el cuerpo

8. Agua salada

Aunque es muy conveniente añadir una pizca de sal a todos los remedios que hemos mencionado antes, en este caso vamos a usar la sal de otra manera. Se trata de preparar una solución salina para realizar gárgaras al menos 3 veces al día. Agrega una cucharadita de sal a un vaso de agua tibia, revuelve bien y haz gárgaras durante 5 minutos. Esto ayudará a descongestionar las vías respiratorias, el pecho y a calmar la tos.

9. Jugo de vegetales

Las verduras como el pepino, la remolacha, la zanahoria y la espinaca, son buenos agentes desintoxicantes y ayudan a estimular el sistema inmunológico. Mézclalos en una licuadora añadiendo un poco de agua, licua bien, cuela y bebe inmediatamente con el estómago vacío. Repite este remedio varias veces al día para limpiar tu sistema bronquial y recuperarte mejor de la neumonía.

10. Té negro

El té negro tiene excelentes propiedades para fortalecer el sistema inmune y aportarle energía al organismo. Este remedio consiste en preparar una infusión energizante, antioxidante y descongestionante con ayuda del té negro y las semillas de alholva; solo tienes que hacer el té como de costumbre, adicionarle 3 cucharaditas de polvo de semillas de alholva y 1 cucharadita de miel, deja reposar unos minutos, mezcla bien y bebe una vez al día. Ver: 11 Beneficios del té negro que no conocías

11. Masaje con trementina y alcanfor

Mezcla aceite de trementina y alcanfor en un recipiente para aplicarlo sobre el pecho. Masajea suavemente en forma circular durante un rato y luego cúbrete con un paño caliente o con un suéter. Estos dos ingredientes facilitarán la respiración, aliviarán el dolor y las molestias de pecho, aflojarán la acumulación de mucosidad en las vías respiratorias y calmarán cualquier inflamación. Repite este remedio todos los días.

12. Caldo de potasio

Como ya mencionamos anteriormente, el potasio es muy bueno para las personas que sufren de neumonía porque ayuda a reparar los tejidos pulmonares dañados. Si tienes neumonía debes consumir la mayor cantidad de potasio que puedas. Te recomiendo preparar el siguiente caldo rico en potasio, con ayuda de ingredientes como la zanahoria, el perejil y el rábano.

Necesitarás:

  • 4 dientes de ajo
    • 2 rábanos
    • 2 zanahorias grandes
    • 2 tallos de apio
    • Varias ramitas de perejil
    • 500 ml de agua

Coloca todos los ingredientes en una olla con agua  y deja que alcancen el punto de ebullición. Reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 15 minutos. Luego cuela el caldo y tómalo antes de las comidas.

Nota: Las personas que sufren de alguna enfermedad cardíaca deben evitar las altas dosis de potasio porque pueden provocarle otras complicaciones.

13. Jugo de limón

El limón es bien conocido por sus propiedades antibacterianas y por su alto contenido de vitamina C. Además ayuda a reducir la temperatura corporal y estimula la actividad del sistema inmunológico. Si tienes neumonía, te sugiero que bebas agua tibia con jugo de limón y una pizca de sal varias veces al día.

14. Jugo de pastinaca (chirivía)

La pastinaca contiene muchas vitaminas y es rica en potasio, fósforo y cloro, nutrientes que pueden ayudarte a combatir la neumonía mediante la desintoxicación, la descongestión y el fortalecimiento de la inmunidad. Prepara un jugo casero de pastinaca y bebe un vaso recién hecho todos los días.

15. Masaje y compresa caliente

Mezcla 20 gotas de aceite de eucalipto o aceite del árbol de té con 1 cucharada de cualquier aceite base y utilízalo para frotar el pecho. A continuación cubre la zona con un paño caliente y deja actuar durante al menos 1 hora. Lo mejor es realizar este procedimiento por la noche justo antes de dormir. El calor y el efecto del aceite esencial te ayudarán a descongestionar las vías respiratorias y a calmar la tos.

16. Bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio es un buen ingrediente para promover la eliminación de toxinas y bacterias, aliviar el dolor de garganta y calmar la secreción nasal. Mezcla ¼ de cucharadita de bicarbonato de sodio y el jugo de medio limón en 300 ml de agua tibia para beber dos veces al día.

17. Té de especias

Coloca en una cacerola pequeña 1 ½ tazas de agua y agrégale 1 cucharadita de jengibre en polvo o rayado, 1 cucharadita de semillas de alholva, 1 diente de ajo y una pizca de pimienta de cayena. Pon en el fuego y deja que alcance el punto de ebullición; luego cuela esta infusión y viértela en una taza, agregando el jugo de ½ limón y ½ cucharadita de miel para mejorar el sabor. Bebe este té 3 veces al día para aclarar las vías respiratorias y los pulmones. Las propiedades naturales de sus ingredientes te ayudarán a combatir la infección, a mejorar el sistema inmune, expulsar la acumulación de mucosidad y disminuir la inflamación causada por la neumonía.

18. Hojas de albahaca y pimienta negra

Las propiedades naturales de estas dos especias pueden ayudarte a calmar la tos y a expulsar toda la flema acumulada. Machaca varias hojas de albahaca fresca en un mortero hasta extraer la mayor cantidad posible de jugo; viértelo en un recipiente. Si has obtenido muy poco jugo puedes agregarle unas gotas de agua. Ahora machaca unos granos de pimienta en el mismo mortero para obtener un polvo áspero. Mezcla la pimienta molida con el jugo de albahaca e toma esta mezcla de inmediato. Repite el mismo procedimiento cada 6 o 7 horas.

19. Hojas de calabaza

En algunos casos la neumonía puede causar dolor en el área dorsal del cuerpo, es decir en las costillas. Para aliviar dicho malestar se recomienda freir algunos tallos y hojas de calabaza en aceite de oliva; deja enfriar y machaca bien la preparación hasta formar una pasta con el aceite y las hojas. A continuación comienza a aplicar la pasta sobre las costillas, dando masajes suaves por toda el área. Repite varias veces al día según sea necesario.

20. Cúrcuma

La cúrcuma es una especia muy conocida por sus propiedades medicinales; tiene efecto antifúngico, antiséptico, antiviral, antibacteriano y anti-inflamatorio. De ahí que no pueda faltar en una lista de remedios efectivos para curar la neumonía más rápido. Mezcla una cucharadita de cúrcuma en polvo con un vaso de leche tibia o agua, y añádele una pizca de sal. Bebe esta preparación todos los días antes de acostarte por la noche. Si optas por la leche, no bebas agua durante media hora como mínimo.

21. Astrágalo

En una cacerola con agua coloca algunas raíces de astrágalo trituradas, varios clavos de olor, una rama de canela y deja reposar durante toda la noche. A la mañana siguiente, coloca la cacerola en el fogón y cocina a fuego lento durante media hora. Vas a tomar dos cucharadas de esta preparación todos los días justo al levantarte para fortalecer la respuesta de tu sistema inmune.

22. Aceite de orégano

El orégano tiene propiedades antivirales, antifúngicas y antibacterianas que son ideales para combatir los gérmenes responsables de la neumonía. Es muy recomedable tomar varias gotas de aceite de orégano al día, ya sean mezcladas con agua, té o jugo. Además puedes aplicar este aceite en un pañuelo para respirar su aroma durante la noche y favorecer la descongestión del pecho.

23. Jarabe casero para la neumonía

Para elaborar un jarabe anti-neumonía necesitarás :

• 120 ml de miel
• Una pizca de pimienta de cayena
• 120 ml de agua
• 2 cucharaditas de canela en polvo
• 2 cucharaditas de jengibre en polvo
• 2 cucharaditas de hojas de romero seco
• 2 cucharaditas de hojas de gordolobo secas
• 2 cucharaditas de hierba de marrubio seco

Coloca el agua en una cacerola y agrégale los demás ingredientes; deja que hierva y luego sigue cocinando a fuego lento hasta que el líquido se reduzca a la mitad; retira del fuego y cuela. Deja que el jarabe se enfríe y colócalo en el refrigerador. Deberás tomar media cucharadita de este jarabe cada dos horas para agilizar tu recuperación. No te preocupes si no dispones de todos los ingredientes, puedes sustituirlo por otro de los ingredientes que hemos recomendado en remedios anteriores. Ver: Cómo preparar jarabe de ajo para las infecciones respiratorias

24. Té de equinácea y menta

Cuando se tiene neumonía también es muy recomendable preparar este té de equinácea para fortalecer el sistema inmune y darle un impulso al proceso de recuperación. Veamos qué ingredientes necesitas:

• 2 tazas de agua caliente
• hojas de menta verde al gusto
• ¼ cucharadita de hierba de limón
• 1 cucharadita de equinácea

Coloca todos los ingredientes en un recipiente, vierte el agua caliente sobre las hierbas y deja reposar como mínimo durante 5-6 minutos. Bebe este té dos veces al día, en días alternos, durante tres semanas o hasta que te recuperes.

25. Té de tusilago o uña de caballo

El té elaborado con las flores y hojas de esta planta silvestre puede ser muy beneficioso para curar la neumonía gracias a sus propiedades expectorantes y descongestionantes en las vías respiratoria. Coloca flores de tusilago secas en un frasco y vierte agua caliente sobre ellas. Déjalas reposar durante 10 minutos y luego cuela el líquido. Toma una o dos tazas al día de este té durante 2 o 3 semanas. Nota: No se recomienda para usarlo en niños o  en personas que sufren de presión arterial alta.

26. Pasta de mostaza

Este remedio es muy efectivo para calmar la tos y la congestión de pecho durante la fase más aguda de la neumonía. Para hacer una pasta de mostaza, mezcla cantidades iguales de harina de trigo y polvo de semillas de mostaza, luego mézclalo con un huevo y un poco de agua. Aplica esta pasta sobre el pecho y deja actuar durante al menos 20 minutos, repitiendo dos veces a la semana.

27. Infusión de gordolobo

El gordolobo es una hierba con efecto calmante que también ayuda a combatir las infecciones en los pulmones y la tos. Para hacer una infusión de gordolobo se necesita un vaso de agua hirviendo, 1 taza de flores secas de gordolobo y 1-2 cucharaditas de miel (opcional). Coloca el gordolobo en un frasco, agrégale el agua hirviendo y cubre el frasco. Déjalo reposar durante 4 horas o toda la noche si es posible antes de beber. Puedes agregarle un poco de miel para mejorar el sabor. Dependiendo de la severidad de la neumonía, puedes consumir 1-4 tazas de esta infusión todos los días. Nota: No utilices hojas de gordolobo en la preparación de esta infusión, ya que contienen rotenona, una sustancia que puede ser dañina cuando se toma de forma prolongada. Las personas que sufren de trastornos hepáticos o renales, los niños pequeños y las mujeres embarazadas, no deben consumir el gordolobo.

28. Infusión de helenio

El helenio es una hierba con propiedades expectorantes, antibacterianas y descongestionantes. Es ideal para curar enfermedades como la neumonía, la tuberculosis, la bronquitis y la tos excesiva. Para preparar una infusión de helenio solo necesitas unas raíces, frescas o secas, y un poco de agua. Mezcla aproximadamente 3 cucharadas de helenio con 400 ml de agua tibia, deja reposar y bebe de ½ a 1 cucharada 5 veces al día.

29. Té de raíz de vencetósigo

La raíz de vencetósigo ayuda a reducir la inflamación en los pulmones, es expectorante y depurativa. Para obtener estos beneficios se recomienda beber el té varias veces al día. Sólo tienes que añadir 1 cucharadita de polvo de raíz de vencetósigo a una taza de agua hirviendo y dejar reposar durante un mínimo de 15 minutos antes de beber.

30. Té de sello dorado

El sello dorado ayuda a fortalecer el funcionamiento de tu sistema inmunológico y promueve la pronta recuperación de cualquier infección en el cuerpo. Para preparar este té, te sugiero que utilices las bolsas de sello de oro que venden en farmacias y tiendas. Sumerge una bolsa de té en una taza de agua caliente y deja reposar durante 7 minutos. Retira la bolsa y añádele un poquito de leche o miel al gusto antes de beber. Repite el procedimiento tres veces al día.

31. Té de flor de saúco

La flor de saúco tiene propiedades anti-oxidantes, anti-inflamatorias, antivirales y es rica en vitaminas A y C. Hierve 150 ml de agua y añádele 4 gramos de flor de saúco secas. Deja que la mezcla repose durante 20 minutos y bebe ½ taza una vez al día.

32. Té de llantén

El llantén es muy conocido por las propiedades purificantesde sus hojas, las cuales en este caso nos pueden ayudar a eliminar la infección pulmonar causada por la neumonía. Para hacer una taza de té, utiliza proporciones iguales de llantén y tomillo, agregándolas en 150 ml de agua hirviendo. Deja que el té repose durante varios minutos y bébelo, repitiendo hasta 5 tazas al día.

Para finalizar esta amplia lista de remedios y consejos, queremos agregar algunos tips esenciales a tener en cuenta cuando se padece de neumonía:

  • Descansa lo más que puedas cada día.
  • Bebe mucha agua y jugos para mantener tu cuerpo hidratado.
  • Aumenta tu consumo de vitamina A y C mediante la dieta.
  • Lávate las manos frecuentemente para prevenir la propagación de gérmenes.
  • Cubre tu boca al estornudar o al toser.
  • No fumes.

Respuestas rápidas a preguntas frecuentes

¿Se puede tener neumonía sin fiebre?

La neumonía es una infección del pulmón que puede originar diferentes síntomas; entre los síntomas más evidentes se encuentran la tos seca con abundante flema y la dificultad para respirar normalmente. Muchas personas se preguntan si se puede tener neumonía sin fiebre, y la respuesta es sí. Cuando se habla de neumonía, la fiebre no es un síntoma muy fiable porque algunos pacientes pueden no presentar fiebre, principalmente los ancianos.

Los síntomas suelen desaparecer generalmente  entre 2 y 3 semanas. Sin embargo los adultos mayores, los bebés y las personas con otras complicaciones pueden llegar a requerir hospitalización.

¿Cómo se previene la neumonía?

La neumonía se puede prevenir mediante la adopción de prácticas saludables y la vacunación.

Entre las principales medidas de cuidado que nos permiten reducir el riesgo de desarrollar neumonía se encuentran:

Lavarse las manos con frecuencia, especialmente cuando se ha estado en lugares públicos u hospitales.

Mantenerse bien hidratado y nutrido.

No dejar sin tratamiento cualquier episodio de catarro, gripe o enfermedad en las vías respiratorias.

Evitar el hábito de fumar.

Mantener actualizado el esquema de vacunación correspondiente según las indicaciones de su médico.

Las vacunas que ayudan a prevenir la infección por algunas de las bacterias y virus causantes de neumonía incluyen:

  • Vacuna anti-neumocócica
  • Vacuna contra la varicela (chickenpox)
  • Vacuna contra la Haemophilus influenzae tipo b (Hib)
  • Vacuna contra la influenza (gripe)
  • Vacuna contra el sarampión
  • Vacuna contra la tos ferina

¿Qué antibióticos se utilizan para tratar la neumonía?

Es importante conocer qué antibióticos se utilizan para tratar la neumonía, pero vale aclarar que sólo el especialista puede indicar el mejor tratamiento a seguir en cada caso, en función del tipo de neumonía y otras condiciones médicas que el paciente pueda presentar. En ninguna caso se debe optar por la auto-medicación. Los antibióticos de primera línea que suelen usarse para tratar la neumonía incluyen la penicilina, la azitromicina, la claritromicina, la tetraciclina o doxiciclina, entre otros.

¿Neumonía o pulmonía?

Muchas personas no conocen la diferencia entre neumonía y pulmonía. Estos términos se refieren a lo mismo, pero pulmonía es un término en desuso y se considera erróneo, mientras que neumonía es el término correcto. La infección, ya sea de origen bacteriano o viral, produce inflamación y edema alveolar, es decir, las paredes de los pulmones se hinchan, provocando la exudación de los líquidos hacia el espacio alveolar. Este proceso provoca una disminución de la respiracion; el afectado se ahoga con sus propios líquidos. La mayoría de los casos con neumonía responden bien al tratamiento adecuado, y llegan curarse sin dejar secuelas.

¿Qué es una neumonía con derrame pleural?

La neumonía con derrame pleural o pleuresía, se refiere a la inflamación de la pleura, una membrana que rodea y protege a los pulmones. Debido a que la neumonía causa un trastorno en el equilibrio de los líquidos, puede producirse el derrame pleural. Este derrame puede aparecer de repente (pleuresía aguda) o extendida en el tiempo (pleuritis crónica).

La neumonía con derrame pleural se manifiesta principalmente con dolor en el pecho, que aumenta con cada respiración, normal o profunda, así como durante la tos o el estornudo. También suele haber dificultad para respirar y fiebre.

¿Cómo se trataba la neumonía antes de los antibióticos?

Antes de la llegada de los antibióticos en la década de 1930, la neumonía fue una de las principales causas de muerte. Esta enfermedad tenía resultados fatales debido a que lo único que podían hacer los pacientes era mantenerse en reposo y adoptar algunas medidas de cuidado, por ejemplo:

  • Se colocaban paños de agua fría en la frente para disminuir los síntomas de la fiebre.
  • Los pacientes eran cubiertos con colchas/frazadas y se mantenían aislados del resto de la familia para evitar el contagio.
  • Se preparaban diferentes infusiones de hierbas para mejorar el estado del paciente.

¿Cómo se contagia la neumonía?

Por sí sola la neumonía no es una enfermedad contagiosa, pero los microorganismos causantes de la infección sí lo son. Algunos son más contagiosos que otros, ya que el sistema inmunológico de las vías respiratorias puede actuar rápidamente para expulsar ciertos tipos de gérmenes; sin embargo tener contacto directo con los fluidos de una persona infectada puede dar lugar al contagio, especialmente si se tiene el sistema inmune débil. Sigue leyendo obre este tema en ¿La neumonía es contagiosa?

¿Existe una vacuna contra la neumonía?

Sí, existen vacunas que pueden prevenir la enfermedad, por ejemplo las vacunas contra la gripe, la tos ferina, el sarampión y otras, pueden evitar que seamos infectados por diferentes gérmenes que causan la neumonía. Se dice que la vacunación es la mejor manera de protegerse contra la neumonía causada por el gérmen neumococo, por lo tanto la vacuna anti-neumocócica está recomendada para todos los niños menores de dos años.

¿Bronquitis o neumonía?

A veces es difícil entender las diferencias entre bronquitis y neumonía. Ambas son enfermedades del tracto respiratorio inferior y tienen un efecto igualmente perjudicial sobre las vías pulmonares, pero no son lo mismo. La bronquitis se caracteriza por la inflamación de los pasajes bronquiales mediante los que circula el aire desde la tráquea hacia los pulmones. Por otro lado, la neumonía es una infección grave en la que el pus y otros fluidos llenan los alvéolos e impiden el flujo libre de aire en los pulmones.

¿Se puede tener neumonía sin tos?

En ocasiones, una persona puede desarrollar neumonía asintomática o neumonía sin tos. Esto suele ser especialmente peligroso en los niños, ya que además de eso, no pueden describir claramente las sensaciones. Según las estadísticas, la neumonía asintomática donde el paciente no presenta ni fiebre ni tos, puede tener consecuencias lamentables, llegando a ocasionar la muerte.

¿Por qué la neumonía es común en los niños?

Existen dos factores por los cuales sabemos que los niños son más propensos a desarrollar la neumonía. El primero de ellos es que durante la infancia el sistema inmunológico todavía no está completamente desarrollado, por tanto el organismo no tiene todos los recursos necesarios para deshacerse del microorganismo infeccioso. El segundo factor que debemos tener en cuenta es que los niños suelen estar en contacto directo con otros niños, superficies, juguetes y objetos infectados mientras permanecen en las guarderías, escuelas y centros de recreación.

Los niños con neumonía suelen ser atendidos en casa siguiendo el tratamiento recomendado por el médico, pero algunos casos pueden ser lo suficientemente graves como para requerir hospitalización. La neumonía no tratada en niños pequeños puede conducir a problemas de salud graves e incluso la muerte.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 27, 2019.