Los vasos capilares defectuosos, o comúnmente llamados arañitas, son pequeñas dilataciones capilares que ocurren en el árbol venoso superficial, por lo que pueden ser observadas a simple vista. Por qué surgen y cuál es la mejor forma de tratarlas son preguntas que te respondemos a continuación.
Factores de riesgo más comunes
Antes de hablar sobre los tratamientos actuales más utilizados para erradicar los vasos capilares defectuosos, debemos mencionar cuáles son las causas más comunes que originan esta patología.
Nuestro organismo cuenta con una amplia red de conductos a través de los cuales circula la sangre. Cuando los capilares venosos se atrofian, la sangre se estanca y no fluye adecuadamente en esa zona. Esto trae como consecuencia una acumulación de sangre y un aumento de la presión, lo cual dilata las venas y hace que se formen las molestas “arañitas” debajo de la piel.
El sedentarismo, la obesidad, la falta de ejercicios físicos, el embarazo, la predisposición genética, la edad, permanecer demasiado tiempo de pie, los cambios hormonales y la suplementación de medicamentos con estrógeno, son algunas de las causas más comunes para el desarrollo de vasos capilares defectuosos.
Tratamientos más eficaces para los vasos capilares defectuosos
Existen diferentes métodos para eliminar las arañas vasculares. En la mayoría de los casos, las personas deciden recurrir al uso de medicamentos flebotónicos, tónicos venosos, cremas y medias de compresión, aunque estas opciones ofrecen una solución parcial y no tratan la enfermedad a fondo. Cuando las várices/arañitas son de tamaño medio o recientes, puede recurrirse al tratamiento láser. En caso de presentar vasos vasculares defectuosos más avanzados, se puede requerir la intervención quirúrgica. Hablemos sobre 3 tratamientos comunes que pueden interesarte.
Termocoagulación: Se indica para el tratamiento de varículas y pequeñas varicosidades. Consiste en la aplicación de calor con el fin de necrosar la vena. Este tratamiento suele estar acompañado por un grupo de medidas fisiológicas para evitar el sedentarismo y la obesidad. Se busca desarrollar un cambio en el estilo de vida y en las actividades cotidianas del paciente.
Láser: Se trata de uno de los métodos más eficaces en la actualidad, y al mismo tiempo es el menos invasivo. En la mayoría de los casos este tratamiento sólo requiere de una sola sesión y su nivel de resultados es impresionante, llegando a evitar la reaparición en muchos casos. La terapia con láser requiere el uso de antinflamatorios durante las 24 horas posteriores a su aplicación, además de evitar la exposición directa al sol en la zona afectada.
Tratamiento esclerosante con microespuma: El punto fuerte de este tratamiento es que puede ser aplicado para cualquier capilar defectuoso, independientemente de su localización o tamaño. En el caso de las telangiectasias ofrece una alta efectividad, ya que la microespuma desplaza la sangre en el capilar afectado, causando su absorción y su completa erradicación.
La microespuma se aplica de manera ambulatoria, no supone la interrupción de la vida normal del paciente y se requiere de pocas sesiones. Posterior al tratamiento, se debe recurrir al uso de medias de compresión para potenciar los resultados.
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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: mayo 27, 2019.