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Calambres en la pantorrilla

Este tipo de calambre tan común se refiere a la contracción involuntaria y dolorosa del músculo de la pantorrilla. Puede ocurrir de repente y evitar que el individuo continúe su actividad.

El grupo muscular en la parte posterior de la pierna inferior se llama comúnmente la pantorrilla. Esta consta de 2 músculos principales, uno se origina por encima de la articulación de la rodilla (gastrocnemio) y el otro por debajo de la articulación de la rodilla (soleus). Ambos músculos se insertan en el hueso del talón a través del tendón de Aquiles.

Causas de los calambres en la pantorrilla

Existen varios factores que pueden predisponer a una persona a los calambres, ya sea por separado o en combinación. Algunos de ellos son:

  • La deshidratación
  • Los bajos niveles de sal (potasio y sodio)
  • El consumo inadecuado de carbohidratos
  • La tensión muscular excesiva
  • La opresión neural
  • La debilidad muscular
  • La fatiga neuronal o muscular
  • El entrenamiento o actividad física excesiva
  • La falta de aptitud o acondicionamiento
  • La rigidez de las articulaciones (especialmente del tobillo, talón o el pie)
  • La biomecánica deficiente de los pies (pies planos)
  • El uso de calzado, equipos o superficies de entrenamiento inapropiados
  • Ciertos medicamentos
  • La falta de sueño

Los signos y síntomas de un calambre en la pantorrilla

Los pacientes con un calambre en la pantorrilla por lo general experimentan una contracción involuntaria, intensa y repentina u opresión en el músculo de la pantorrilla. Esto generalmente se asocia con dolor importante y una sensación de tirón que se puede aliviar temporalmente.

Los calambres en la pantorrilla a menudo se pueden resolver espontáneamente, sobre todo si se aplica un estiramiento en esos músculos.

El diagnóstico de un calambre en la pantorrilla

El examen minucioso realizado por un fisioterapeuta suele ser suficiente para diagnosticar un calambre en la pantorrilla y excluir otras condiciones. De vez en cuando puede ser necesaria una investigación más a fondo para descartar otras lesiones, por ejemplo un ultrasonido.

El tratamiento inicial para un calambre en la pantorrilla

El tratamiento inmediato de un calambre en la pantorrilla debe incluir el estiramiento suave del músculo afectado, caminar cuidadosamente y masajear los tejidos blandos. El tratamiento térmico también puede ser muy beneficioso en las primeras etapas del calambre.

Es importante identificar los factores que pueden haber causado el malestar, para así abordarlos y prevenirlos. Esto puede incluir mantener niveles adecuados de hidratación, asegurar la ingesta dietética de sodio, potasio y carbohidratos, extender la pantorrilla regularmente para mantener la flexibilidad óptima, recibir suficiente descanso, implementar un programa de fuerza y ​​acondicionamiento para mejorar la función muscular, entre otras medidas.

En pacientes que no responden a estas medidas de cuidado, se puede indicar una revisión médica más detallada para evaluar los medicamentos que está tomando la persona, realizar análisis de sangre y prescribir medicamentos para prevenir la aparición de los calambres.

La fisioterapia para los calambres en la pantorrilla

La fisioterapia puede ayudar a identificar y corregir ciertos factores que han contribuido al desarrollo de estos calambres, y por tanto a minimizar la probabilidad de recurrencia. El tratamiento puede incluir:

  • Masaje de los tejidos blandos
  • Estiramientos
  • Movilización conjunta
  • Tratamiento térmico
  • Electroterapia (por ejemplo con ultrasonido)
  • Ejercicios para mejorar la fuerza, la flexibilidad, la aptitud y el equilibrio
  • La corrección biomecánica
  • El retorno gradual a un programa de actividades

Ejercicios para aliviar un calambre en la pantorrilla

Los siguientes ejercicios comúnmente son recomendados para los pacientes que sufren esta condición. En general, deben realizarse 3 veces al día siempre y cuando no causen o aumenten el dolor. Son aptos para ejecutarse de inmediato durante un calambre con el fin de aliviar los síntomas.

Estiramiento de la pantorrilla: Con las manos contra la pared, coloca la pierna estirada detrás de ti. Mantén el talón hacia abajo, la rodilla recta y los pies apuntando hacia delante. Inclínate con suavidad hacia delante hasta que sientas un estiramiento en la parte posterior de la pantorrilla / rodilla. Mantén la posición durante 15 segundos y repite 4 veces dejando unos segundos por medio.

Estiramiento de la pantorrilla (sóleo): Comienza este estiramiento de la pantorrilla con tus manos contra la pared, la pierna estirada y el cuerpo hacia delante. Mueve suavemente la rodilla hacia delante sobre los dedos de los pies hasta que sientas un estiramiento en la parte posterior de la pantorrilla o el tendón de Aquiles. Mantén la posición durante 15 segundos y repite 4 veces.

Estiramiento de la pantorrilla con toalla: Comienza este estiramiento de la pantorrilla sentado en el suelo con una toalla envuelta alrededor de la planta del pie y sosteniendo un extremo de la toalla con cada mano. Levanta suavemente el pie y los dedos hacia ti mientras mantienes la rodilla recta hasta que sientas un estiramiento leve o moderado en la pantorrilla. Mantén la posición durante 15 segundos y repite 4 veces.

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Artículo publicado por: Sandra Fernández Alonso. Última revisión: julio 13, 2019.